sábado, 12 de septiembre de 2015

QUE LA HISTORIA SE REPITE OTRA VEZ...


Estudiantes jugó un gran primer tiempo y completó un sufrido 3 a 2 frente Almagro ante una multitud en el Estadio Ciudad de Caseros. El Pincha volvió a quedarse con el clásico de Tres de Febrero gracias a los goles de Nicolás Caro Torres, Diego Figueroa y Guillermo Benítez que le permiten seguir bien arriba y dejar en claro quien manda en Tres de Febrero.

La caminata hasta el Estadio Ciudad de Caseros no fue como la de otras citas al templo. Colectivos repletos de casacas negras y blancas, esquinas con gente reuniéndose para ir todos juntos en caravana, todo Caseros unido en una misma causa, ir a ver a Estudiantes frente a Almagro en una nueva edición del clásico de Tres de Febrero. Más de 6 mil almas colmaron de aliento las tribunas a la espera de la salida del equipo, con banderas, papeles y la garganta llena de ansias de poder gritar una nueva victoria ante el rival de toda la vida.

Ni bien Hernán Mastrángelo, árbitro del partido, diera el pitazo inicial, El Matador no salió a especular, ya que fue a buscar desde el arranque la victoria. Lateralizando su juego y aprovechando los desajustes defensivos de Almagro, el Pincha empezó a arrimarse al arco defendido por Agustín Gómez. A los 3´, Ramiro Martínez sacaría desde el arco para Diego Torres, Esquivel falló en el despeje y "Oveja" enviaría el centro pasado que Guillermo Benítez no pudo conectar de la mejor manera y se fue lejos de los tres postes.

La primera emoción llegaría a los 10´ tras un corner desde la izquierda ejecutado por Diego Torres, la bajaron en el área y el juvenil Nicolás "El Muro" Caro Torres la empujó marcando el 1 a 0 y su primer gol en un clásico, poco pensado para el pibe que a principios de temporada no ocupaba ni un lugar en el banco de suplentes y hoy es una pieza fundamental en el equipo de Juan Carlos Kopriva.



No conforme con eso, el Matador siguió buscando aumentar la diferencia y lo conseguiría 10 minutos después, luego de una gran jugada por la derecha de Diego Torres que terminaría en un centro para Diego Figueroa, quien con olfato de goleador puso la cabeza para cambiarle la dirección al balón y mancita se metió en el fondo del arco. Delirio en las tribunas y pura emoción en el goleador, quien marcó su segundo gol desde su regreso al club y no dudó en besarse el escudo de cara a la tribuna.

Almagro no inquietaba, su mediocampo no podía aguantar los avances de Estudiantes y el fondo se mostraba como un blanco fácil de penetrar. Sin embargo a los 23´ Ramiro Martínez salió mal en un corner, se pasó de largo y Oscar Altamirano puso el descuento. Lavado de cara y a la carga, La Locomotora de Kopriva le puso quinta a su marcha y volvería a atropellar a los de José Ingenieros. A los 27´, lateral de Guillermo Benítez para Nahuel Benítez, quien recibió de espaldas y con una sutileza de taco, dejó solo a Guille quien entró al área y cruzó el remate para marcar el 3 a 1 y desatar los gritos de gol que bajaban desde los escalones de cemento.

El Tricolor no daba pie con bola, no podía encontrar la pelota y perdía en todos los sectores de la cancha. Por su parte, Estudiantes no cortaba el ritmo, presionaba bien arriba, manejaba bien la pelota y era peligroso cada vez que atacaba, sobre todo por las bandas, donde la velocidad y el buen pie de Diego Torres y Guillermo Benítez le daban las opciones más nítidas. Pudo haberlo liquidado a los 39´, cuando Nahuel Benítez quedó mano a mano con Gómez pero el arquero, de buen partido, le sacó lo que era el cuarto gol. En la contra, Emiliano Ronconi desbordó por la derecha quien envió el centro que nadie la pudo empujar. Sin lugar a dudas, lo mejor de la visita durante la primera etapa fue la apertura del juego de izquierda a derecha, terminando con los desbordes de Ronconi y apostando a los goles de Altamirano.



En el complemento, Fernando Ruiz movió las fichas en el banco y metió a Nicolás Yaque, hijo de Carlos Alberto "El Beto" Yaque. El DT lo mandó a jugar por la banda de Guillermo Benítez, aprovechando que el carrilero Pincha dejaba el hueco cuando se iba al ataque y apostando a la rapidez del pibe para intentar equilibrar un partido que tuvo en los primeros 45 minutos un solo protagonista. Mal no le salió, Estudiantes bajó su marcha y no atacó tanto por las bandas, el juego se centralizó más, Almagro adelantó sus líneas y el Pincha comenzó a sentir el rigor físico que le implicó la primera parte, el trajín del campeonato y las faltas físicas de algunos de sus jugadores, varios de ellos tocados y otros recientemente recuperados de lesiones musculares.


Diego Torres, quien terminó con una sobrecarga en su aductor, volvió a dejar a Nahuel Benítez de cara al gol, pero no pudo hacer pie y Gómez volvió a ganarle el derby. Los de José Ingenieros aprovecharon el parate Pincha y a los 24´ del complemento llegarían al descuento, luego de una gran jugada por derecha de Matías Ruiz Sosa que envió el centro pasado y otra vez apareció Oscar Altamirano para darle el segundo gol a Almagro. Salvo el cambio obligado de Rodrigo Paillalef en lugar de Gustavo Benítez, quien se retiró con una molestia física, los ingresos de Brian Gómez y Germán Strillevsky no le dieron resultados al DT, por lo que el encuentro en los minutos finales mostró el intento de Almagro con sus pocas armas para igualar el encuentro y la resistencia Matadora con las limitaciones físicas.

Pudo haberlo liquidado Estudiantes si entraba esa especie de tijera de Martín Seri luego de la pelota recuperada de Roberto Bochi en el medio (la figura en el complemento), pero el clásico quiso que terminara todo de manera emotiva y a punto estuvo Altamirano de darle el empate al Tricolor, pero Paillalef salvó las papas en dos situaciones difíciles y el Pincha terminó cantando victoria.


Vibrante, emocionante triunfo de Estudiantes en un partido que pintaba para la goleada y terminó con el resultado muy justo. Demasiado premio hubiera sido para Almagro el empate, ya que jugó muy mal en el primer tiempo y complicó con muy poco a Estudiantes en el segundo. Con sus problemas físicos y su poca estética para jugar al fútbol, Altamirano se las arregló para complicar al fondo de Estudiantes, estuvo siempre donde tenía que estar y terminó siendo la figura de la visita. Para el local es injusto resaltar la figura de algún solo nombre, ya que la entrega de todos los jugadores redondeó un excelente partido que se coronó con los tres puntos ante el rival de barrio.

Sin embargo, es inaceptable hacer un párrafo aparte para Nicolás "El Muro" Torres y Diego Figueroa. El primero se bancó la presión de su primer clásico, bancó bien la responsabilidad y la confianza que le dio Kopriva al dejarlo de titular pese a que Paillalef estaba recuperado de su lesión y terminó abriendo el marcador con su gol. Para el goleador la alegría de volver a convertir con la de Estudiantes, marcarle a Almagro y gritarlo de cara a su gente, esa que tanto lo pidió y hoy lo devuelve con goles y triunfos. Además del gol, peleó cada pelota en todos los sectores del campo, defendió cuando tuvo que defender y terminó emocionado señalándose el glorioso escudo de Estudiantes, sin lugar a dudas la gran figura del partido.

Kopriva seguramente dormirá con una sonrisa de oreja a oreja, su primer duelo ante Almagro con los tres puntos en el bolsillo, el ánimo por las nubes para encarar lo que resta del torneo y manteniéndose a tiro de la punta. Para nuestros primos otra vez será, lo cierto es que la canción cada día tiene más sentido en esta rivalidad, es que la historia se repite otra vez.... ya saben como sigue.

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