viernes, 27 de febrero de 2015

INJUSTO EMPATE


Que Estudiantes fue mucho más que Platense no quedan dudas. También es verdad que en el fútbol con merecimientos no se ganan los partidos. Por esta razón, el Pincha a pesar de reflejar una evidente mejoría en su rendimiento grupal, haber creado las situaciones de riesgo necesarias para ganar por goleada y convertir al arquero marrón Ezequiel Mastrolía en la figura de la cancha, tuvo que conformase con lograr un empate de local, en un duelo que estuvo muy cerca de perder.

En la tarde del mates 24 de febrero en el Estadio Ciudad de Caseros por la segunda fecha de la B Metropolitana, el Matador recibió la visita de Platense. Luego del costoso y muy festejado triunfo ante Almagro por la Copa Argentina, y el buen empate en Berisso ante Villa San Carlos, Estudiantes con el respaldo de su público llegaba al cruce frente al “Calamar”, buscando continuar con el progreso del equipo en todas sus líneas.

Este progreso buscado en cada uno de los entrenamientos del Pincha, pudo verse reflejado desde el inicio del partido. Estudiantes de manera grupal como individual hizo todo para ganar, sin embargo cuando hablamos de la definición, podemos decir que en este punto estuvo la carencia del dueño de casa, que sin precisión, puntería, ni fortuna, además de la gran labor del uno contrario, no pudo plasmar en el arco rival todo lo bien que realizo en el campo de juego.

Después de un prometedor primer tiempo donde el dominio fue totalmente del conjunto caserino y la visita casi no pudo pasar la mitad de la cancha, todo llevaba a pensar que en la etapa complementaria llegaría el esperado y merecido gol. Sin embargo, a Estudiantes se le hacía cuesta arriba la apertura del marcador y luego de un ataque mal finalizado, Platense de contra se encontró con la gran oportunidad del compromiso, la cual fue aprovechada y transformada en gol por el mediocampista calamar, Diego Romero.
 
Desde ahí, el pincha con las escaladas de Guille Benítez, el buen pie de Diego Torres, la movilidad de Nahuel Benítez, todo el desequilibrio de Brian Gómez, el empuje del capitán Nico Álvarez, la seguridad de Gustavo Benítez y la garra y el sacrificio del resto de los jugadores, arrinconó al momentáneo ganador que plantado para la réplica, trataba de aguantar y conservar la ventaja.

En el cierre del encuentro, cuando parecía que Platense se llevaba un inmerecido triunfo de Caseros, el árbitro Ignacio Lupani luego de un remate de “Chapa” Gómez vio mano del defensor Ivan Nadal en el área visitante, y sin dudarlo cobró la pena máxima, la cual fue ejecutada precisamente por el capitán Álvarez, que en su partido número 100 con la casaca del matador, le pudo dar el empate a su equipo y una mínima recompensa a tan auspiciosa labor.

Con el 1 a 1 y poco tiempo en el reloj, Estudiantes tuvo la intención de apoderarse de la victoria, sin embargo no pudo y a pesar del sabor agridulce, se despidió del terreno de juego con el aplauso de su gente, tras un partido en el que tendría que haberse llevado una clara victoria, pero terminó quedándose con un injusto empate.

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