martes, 14 de abril de 2015

Agónico empate para el Pincha


Cuando parecía que Atlanta se marchaba a Villa Crespo con los tres puntos en el bolsillo y una tremenda alegría de revertir un duelo que se le había complicado desde el primer minuto de juego, el empuje matador dio su fruto y con un golazo del “Tanque” Franco Montero en la agonía del partido, la disputa entre Estudiantes y los bohemios por la decima fecha del Torneo de Primera B Metropolitana concluyó con un justo 2 a 2.

Ayer en el Estadio Ciudad de Caseros, el Club Atlético Estudiantes de Buenos Aires buscaba borrar de su mente todos los recuerdos que habían quedado de su última presentación cuando cayó en su visita a Comunicaciones. La vuelta de Hernán Lopes (por Paillalef) y los ingresos de Germán Strillevsky y Fernando Joao (por Ávalos y Batallini), eran las modificaciones en el equipo titular para enfrentar a un combinado bohemio, que llegaba a este encuentro, luego de golear a Almirante Brown por el torneo y obtener el pasaje a la siguiente ronda de la Copa Argentina.

En la calurosa tarde de Caseros las emociones no tardaron en llegar y a pocos minutos de comenzado el compromiso, el correntino Strillevsky clavó un tremendo derechazo a distancia y de aire en el arco de Mauro Dobler. Este tanto fue sorpresivo para todos y comenzaba a demostrar algunas deficiencias en la última línea bohemia, ya que la jugada que terminó con el 1 a 0 a favor del pincha, vino de un saque lateral del capitán Nicolás Álvarez. Desde ese momento, Atlanta con buenas intenciones se adueñaba de la pelota y demostraba una interesante circulación del balón entre sus volantes, pero todos sus avances concluían en situaciones sin peligro para el arco defendido por Ramiro “Mono” Martínez. Siendo más práctico, el conjunto local en la primera etapa tuvo en los pies de Strillevsky una clara posibilidad de aumentar el marcador, pero una mala decisión del delantero dejo las cosas como estaban. Después el ex San Lorenzo Nahuel Benítez y el juvenil Fernando “Pony” Joao tuvieron las oportunidades de ampliar la diferencia, pero en ambas ocasiones, el grito de gol fue silenciado por apariciones sobre la línea de los marcadores centrales del conjunto porteño, Leonardo Talamonti y Leandro Martínez Montagnoli. Estos detalles reflejarían que fue un auspicioso primer tiempo para el equipo de Fabián Anselmo, sin embargo, las subidas del lateral Hugo Silva, la claridad de Julio Serrano y el despliegue de Lucas Mancinelli, fueron un tema casi imposible de resolver por el matador, que a los 30 minutos del inicial, en la llegada más clara de la visita, no pudo parar un preciso centro de Mancinelli desde la derecha, que encontró sin marca al delantero Fabricio Pedrozo, que con un esquinado y certero cabezazo puso la igualdad en el partido.

El choque no era bueno, pero si vibrante y en el segundo tiempo se agregarían condimentos, ya que a los cinco minutos del complemento, el árbitro Pablo Giménez de floja labor, no dudo en expulsar por doble amarilla al defensor Hernán Lopes y dejar al combinado caserino con un hombre menos. Desde allí el partido fue perdiendo atractivo, debido al poco juego y la excesiva lucha de un Estudiantes que trataba de no ser atacado por un Atlanta carente de ideas que solo buscaba llegar a través de un pelotazo. Parecía que se iba a escapar el tiempo sin un ganador, pero el fútbol es tan impredecible, que en el momento más chato de la disputa, un nuevo centro desde el sector derecho encontró otra vez sin marca a un jugador visitante y dolorosamente el 2 a 1 para Atlanta lo marco el repudiado ex pincha, Martínez Montagnoli. Este golpe podría haber sido de nocaut, pero el pincha no tiró la toalla y con el talento y garra de los juveniles Nahuel Sasha Zapponi y Franco Montero, se vislumbró una luz de esperanza. Esa luz de esperanza que fue convertida en gol por el barilochense Montero, quien metió un bombazo espectacular para sellar el 2 a 2 y anotar su primer tanto con la camiseta del matador.

Estudiantes tuvo un arranque prometedor y con dos cabezazos Atlanta dio vuelta el partido, pero cuando el bohemio comenzaba a celebrar el triunfo, se durmió y le dio la chance al pincha de llegar a un agónico empate, que por todo lo sucedido parece ser lo más conveniente para ambos equipos, los cuales tienen historia de pelear campeonatos, sin embargo en el presente siguen luchando por encontrar las mejores ideas y aprovechar el potencial de sus jugadores en busca de acostumbrarse a convivir con los buenos resultados.

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