jueves, 17 de marzo de 2016

PERDIDOS EN ESCALADA



La parada pintaba complicada y un cambio de DT en el medio era un punto en contra de cara a la preparación. De antemano se sabía que enfrentar a Talleres de Remedios de Escalada, un equipo que tiene bien en claro lo que hace en la cancha, bajo estas condiciones ya era ir de punto al sur.

Guillermo Duró intentó cambiarle la fachada al Pincha moviendo algunas fichas, volviendole a dar la titularidad a Santiago López sobre el lateral izquierdo, corriendo a Diego Tonetto sobre la mitad de la cancha, apostando con Federico Pellegrino por la banda derecha y confiando en Diego Bielkiewicz como punta de los de Caseros.

Pese a este movimiento en el tablero, Duró no logró cambiar las formas de Estudiantes, que volvió a mostrar lo mucho que le cuesta generar una ocasión de gol y que está partido en sus líneas. Si bien intentó mantener un cierto orden durante la primera etapa, el buen juego asociado de Talleres mostraba diferencias a favor del local. Un equipo armado, donde sus jugadores se conocen y saben a lo que juegan, con una sorprendente circulación de la pelota y que sabe aprovechar los espacios de su estadio.

Martín Blanco tuvo la chance de abrir el marcador a los 15´ para Talleres, pero el delantero falló en el mano a mano ante Joaquín Pucheta quien le daba respiro a los Caserinos. Minutos después, Pucheta volvería a ser protagonísta al ahogarle el grito de gol a Blanco, quien remató de cabeza y volvió a encontrarse con el arquero del Pincha, quien fue la gran figura dentro del elenco visitante.

Sin embargo el aguante de Estudiantes no daría para más y, a los 40 minutos, Eloy Pereira desbordó por la banda y su centro atrás encontró la pierna de Eduardo Berón para decretar el 1 a 0. Era justicia en Escalada, Talleres había tenído el control del juego y, con gran paciencia, hizo circular la pelota hasta encontrar los huecos de una defensa insegura que se vio sobrepasada ante el poderío del local.

En el complemento Duró hizo la más fácil y sacó a Pellegrino, que no venía haciendo un mal encuentro, y lo puso a Juan Manuel Torres, quien tuvo un fierrazo de larga distancia que se estrelló en el travesaño y pudo haber sido el empate cuando promediaban los 10 minutos del complemento. La fortuna no estuvo del lado Pincha porque a los pocos minutos de comenzada la segunda parte, Leonardo Zaragoza se tuvo que ir lesionado y el desorden se hizo eje central de Estudiantes. La desesperación de no poder conseguir la pelota y el no saber que hacer con ella una vez que la tenían en los pies, fue un combo perfecto para que Guillermo Duró hoy se vaya a dormir preocupado. Talleres, pese a tener la ventaja mínima, estaba cómodo en el campo de juego, ya que entendía que era prácticamente una utopía que Estudiantes generara peligro en su arco.

Con gran categoría y un fútbol bonito para quien lo disfruta desde las tribunas, a los Tallarines les bastaba con 3 o 4 toques combinados para pisar el área del Matador. Sobre los 14 minutos del complemento, López lo bajó a Joan Gaona dentro del área y Stocklas cobró penal. Sin embargo, el mejor jugador de Estudiantes durante esta magra temporada, Joaquín Pucheta, voló sobre su palo derecho y le aguó el grito de gol nuevamente a Martín Blanco. ¿Golpe anímico?, para nada. La pelota quemaba en los pies de algunos jugadores de Estudiantes y el fervor de la platea fue un jugador aparte para el local, que se lucía con el "ole, ole" de la gente y dejaba en claro porqué es un candidato a quedarse con este torneo.

Cuando el partido parecía cerrarse en un 1 a 0 que quedaba corto para los de Escalada, una gran jugada por la banda derecha terminó en un centro a la cabeza de Blanco, quien esta vez se sacó la mufa y dejó tirado a Pucheta que nada pudo hacer para evitar el 2 a 0. Mucho nerviosismo, bajos niveles individuales y colectivos, sumados a la moral tirada por el piso del plantel y un DT que llegó hace menos de una semana, son los integrantes de Estudiantes durante estas horas.

Talleres terminó a puro festejo un partido que mereció ganar y, quizás, hasta por más goles. Preocupa el pobrísimo nivel de juego de un equipo que estuvo perdido en Escalada, que jamás le encontró el rumbo al partido y que, hoy en día, solo puede aspirar a sumar puntos para "tratar" que la ventaja con los de arriba no se siga estirando más.


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