Estudiantes continúa con la mala racha en el Estadio Ciudad de
Caseros. Pasaron más de 6 meses desde la última vez que la gente se fue con una
sonrisa del Templo, más precisamente el 11 de Marzo de este año, donde el
Pincha le ganó con lo justo a Talleres de Remedios de Escalada 3 a 2 por la 20°
fecha de la B Metropolitana 2016/2017. Esta crísis futbolística, que hace rato
arrastra Estudiantes y, por el momento, Juan Carlos Kopriva no ha podido cambiar, hace efecto en la
gente del Matador, que cada día confía menos en un equipo que, a pesar de la
renovación de plantel, muestra facetas del elenco del torneo pasado. Está claro
que un equipo con aspiraciones de ascenso tiene la obligación de hacerse fuerte
en su casa, pero esto para Estudiantes viene siendo un carma que atormenta a
los caserinos.
El domingo no le escapó a esto.
Tras un primer tiempo bastante chato donde tanto Estudiantes y Colegiales no
tuvieron muchas ideas para acercarse al arco rival, la paciencia del público
Pincha llegó a su fin con insultos para el plantel y la dirigencia. En el
segundo tiempo la imagen cambió un poco, con la movilidad de Nahuel Rodriguez
por la banda izquierda, y el empuje de Emanuel Ibañez en el centro de campo,
más el peligro latente de Lionel Altamirano y la presencia de Diego Figueroa,
el Pincha llegó a la ventaja tras un centro cruzado desde la banda izquierda,
el desvío en la cabeza de Altamirano para que el Pela la empujara para el
desahogo de la gente presente.
Lo mejor del Pincha se vio en
esos minutos previo al gol, con Juan Manuel Torres en cancha por la banda,
aunque sería interesante probarlo junto a Federico Pellegrino como lateral,
quizás ahí el Pincha tendría dos bandas muy verticales para asistir a sus
delanteros. Sin embargo, Kopriva sintió que tenía que cerrar el partido y sacó
a Altamirano para meter a Gastón Minutillo y reforzar la mitad de la cancha
cuando Colegiales prácticamente no inquietaba.
Así el Tricolor tomó la pelota y
se fue animando. La fortuna e ingenuidad del Matador le dio una pelota parada a
metros del área bien a falta de pocos minutos que fue aprovechada con el buen
remate de Gastón Díaz que encontró el cabezazo perfecto del ingresado Manuel
López para poner el empate y echarle un balde de agua fría a la gente presente
que creía que los tres puntos quedaban en casa.
Si, otra vez a Estudiantes se le
escapó la tortuga y todo es mérito del Pincha, ya que luchó para conseguir la
ventaja y, cuando la obtuvo, se inundó de inseguridades y fantasmas del pasado
para colaborar al empate de Colegiales. El elenco Caserino deberá dar un giro
de 360° psicológicamente para revertir esta situación, ya que a pesar de no
haber hecho un buen partido, mostró buenas cosas en el complemento que pueden
ser base para lo que viene. Solo restará convencerse que se puede y que empiece
a concretar las chances que tiene.
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