domingo, 15 de mayo de 2016

UN OASIS EN EL DESIERTO



Estudiantes dio el gran batacazo en Munro y se llevó una ajustada victoria por 2 a 1 ante el puntero Colegiales. Los goles de Alejandro Avalos y Diego Tonetto, le dieron un poco de luz al pozo donde el Pincha está sumergido para, tras 9 encuentros sin conseguirlo, lograr la primera victoria en la era Duró.

Era un partido con muchos condimentos. Estudiantes sabía que su rival Colegiales venía de perder en su última presentación, lo cual generó que las cosas se acomoden en la tabla de los que pelean arriba, por lo cual los nervios y la presión estarían a favor del lado visitante. La presencia en el banco Tricolor de Juan Carlos Kopriva no pasaba desapersivida; El Ex DT de Estudiantes enfrentaba por primera vez desde su salida al Pincha con la misión de conseguir los 3 puntos que le den la tranquilidad en soledad de la punta.

Camuflado como ante Defensores de Belgrano, El Matador tuvo su primera chance tras una pelota parada al minuto que Diego Figueroa cabeceó por encima del travesaño. Parecía que ibamos a ver una actitud diferente de lo que había mostrado Estudiantes ante el Dragón, pero el saque de arco de Marcos Jara para reanudar el juego, cayó tras un rebote de cabeza en el pecho de Francisco Vazzoler, quien con su potencia atravesó la línea defensiva, dejó pagando a Nicolás Torres quien había salido a anticipar e ingresando al área, definió ante la salida de Joaquín Pucheta para marcar el 1 a 0.

Casi desde el vestuario, aún así habiendo llegado previamente, Estudiantes lo perdía y los antecedentes no lo ayudaban. Un equipo que no suele mostrar caracter para dar vuelta un resultado adverso, veía venir la noche negra. Sin embargo las puertas de la defensa de Colegiales estaban abiertas en la banda izquierda, donde extrañamente Guillermo Duró puso a Leonel González, quien encontraba libertades para llegar de frente al arco defendido por Jara. Sería el joven jugador que recibiría una pelota de derecha a izquierda quedando solo mano a mano con el arquero, pero allí dejó en claro que no está para meter goles y su definición tardía se fue por encima del arco.

Si bien Colegiales inquietaba con pelotazos cruzados y encontraba huecos en las bandas, las situaciones no generaban reales ocasiones de peligro y el Pincha se encontraba ante un conjunto que le sentaba cómoda la victoria, mientras que el elenco Caserino mostraba sus líneas muy separadas entre sí, donde el medio era una zona de paso y sus delanteros muy apartados del resto, por lo cual llegar al arco Tricolor parecía una utopía.

Duró vio la chance por las bandas y no dudo en el entretiempo meter a Fernando Joao y Juan Manuel Torres. En esta hay que darle la derecha al DT, ya que Kopriva mandó a tapar ese hueco que se veía en el primer tiempo en el lateral derecho de su defensa, pero dejó descuidada la otra banda donde Joao comenzó a generarle algún dolor de cabeza a los centrales con su velocidad. Cuando transcurrían 25 minutos del complemento, Torres recibió sobre la izquierda y, enganchando hacia dentro del área, el centro atrás cayó en los pies del recién ingresado Alejandro Avalos, quien tomó esa pelota como venía de bolea y la puso bien esquinada contra el palo derecho de Jara para que este no pudiera hacer nada para evitar el empate.

La gente presente perdió la paciencia y las recriminaciones hacia el arbitraje de Martín Gonaldi y la actitud del equipo local eran moneda corriente. Si bien los de Munro tenían la pelota, perdió la profundidad que había sido patrón en el partido en los primeros 45´. Cinco minutos después, Diego Tonetto se calzó el disfraz de artista y, con una pincelada de zurda, acarició el balón con la mayor de las delicadezas para poner de tiro libre el 2 a 1 a favor del Pincha.

Impensado por lo sucedido en cancha y por el rival, pero Estudiantes casi que se chocaba con una victoria que no merecía, pero que mal no le venía. El empuje de su gente, la obligación de mantener la punta y el hombre de más tras la expulsión por doble amarilla de Nahuel Iribarren, Ex jugador de Colegiales que fue insultado por la parcialidad local, llevó a que Colegiales arrinconara contra su propio arco a Estudiantes y a punto estuvo de empatarlo. Iban 43´ cuando una pelota cayó en el área Pincha sobre el sector derecho, donde la apuesta fue el centro atrás cruzado para la llegada de Resquin, quien no dudo en fusilar al arquero, pero Pucheta atajó la que tenía que atajar y salvó milagrosamente al Matador.

No hubo tiempo para más y Estudiantes se llevó 3 puntos de oro para lo que es su presente en la B Metropolitana. Tonto sería caer en la palabra "venganza", la realidad es otra y si no se ascendió fue producto de muchos factores y poco tiene que ver Colegiales en esto. Del otro lado estuvo Kopriva y muchos seguramente se habrán acordado del ascenso no ganado ante Defensores de Belgrano, pero camuflar la mala campaña en una victoria ante un ex DT, no le salva el año a nadie. El Matador se chocó con un oasis en el desierto que no va a tener mucho tiempo de disfrutar. Las sonrisas no van a durar mucho y rápidamente hay que pensar en lo que se viene ya que, más allá de haber consumado la victoria, Estudiantes volvió a demostrar falencias en cuanto a la creación de juego, volvió a ser un equipo largo, pero en dos jugadas aisladas tuvo la suerte que no tuvo en otros encuentros.

POR GASTÓN GERKE

No hay comentarios:

Publicar un comentario